Desarrolladas por Tecno Fast y pensadas para formar parte de una comunidad colaborativa de alojamiento turístico sustentable, las Tiny Cabins diseñadas por los arquitectos chilenos Mathias Klotz y Felipe Assadi tienen 24.5 metros cuadrados de superficie y pesan aproximadamente 5 toneladas, incluyendo al menos un dormitorio, cocina, baño, y espacios de almacenamiento.
La cabina diseñada por Felipe Assadi está pensada para 4 personas y centra su diseño en el dormitorio, enfrentando la cama a un gran ventanal, y sumando 2 literas naúticas y un deck sobre su techo. La cabina de Mathias Klotz está diseñada para 3 personas, y prioriza la ocupación de la sala de estar, conectándola con la cocina y el exterior.
Construidas con chasis de acero y tabiques y muros de madera, las propuestas incorporan mobiliarios de melamina, revestimientos interiores de yeso cartón y revestimientos exteriores de aluminio, además de pisos vinílicos y ventanas en termopanel. En relación al equipamiento, incluyen aire acondicionado, termo eléctrico, encimera y horno eléctrico, y frigobar.
La idea detrás de estos diseños es crear una red de alojamientos a lo largo de todo Chile, motivando a emprendedores a arrendar o comprar cabinas para ser instaladas en sus propios terrenos. El costo de arriendo es de $10.000 pesos chilenos (+ IVA) diarios, durante un año, equivalentes a un poco más de 14 dólares por día. Los interesados en postular terrenos ubicados en zonas de atracción turística, pueden inscribirse en este link.
Mathias Klotz
Es esencialmente un refugio. No pretende ser más que eso, pero busca ser un refugio que uno lo sienta familiar. La idea fue recrear, en ese micro-mundo, los lugares básicos del habitar, que son: un lugar para dormir, asearse, cocinar y sociabilizar.
Felipe Assadi
Una casa de este tipo es una casa para ir a la naturaleza. Cuando uno está pocas horas o pocos días en un lugar, uno puede jugar con la arquitectura, haciendo que la persona se salga un poco de sus casillas, de lo habitual, de lo doméstico. La magia de apagar la luz y quedar con las estrellas y con el paisaje en su totalidad metido dentro del espacio donde uno está. Es una rica habitación de hotel, en la uno puede cocinar también, y me gusta pensar que la gente la puede usar de distintas maneras.